EL CATRÍN
Dícese de todo aquel que le gusta bien vestir, con bombín y de charol. En el México citadino, era aquel que iba siempre elegante para impresionar, sin importar si iba al mercado o a trabajar.
De finas maneras, gustaba llamar la atención con la apariencia, fingiendo algo que no era.
Pero en la Lotería del Festival, el catrín es todo lo contrario: No es el vestir lo que lo viste, sino el decir, el narrar, el dibujarnos nuevos mundos con su expresión. Eso nos conecta con su interior.
TRIBU: Rosa